No dejes nada que querer con el comodín
Simplemente, se trata de una zona erógena del cuerpo de un hombre. Las tetillas deben ser acariciadas con la lengua, con el roce de los dedos y con leves bocados. Para aumentar la sensibilidad, el sitio ha de estar humedecido, para lo que hay que emplear la propia saliva. Sigue leyendo
