Otra ventaja de estos juguetes eróticos es que casi siempre y en toda circunstancia llegas al clímax
Claro, el amor exige mucho. No es un manjar para inmaduros, no es un premio para impetuoso, no es una experiencia para malcriados ni vagos, no es para quienes hacen del grito y la confrontación su forma de solucionar los inconvenientes. Sin duda, el amor no es una ligereza. Sigue leyendo