Eternos enamorados y éxtasis

En este fetichismo, uno de los miembros de la pareja se convierte en puppy, un cachorro al que hay que instruir o cuidar y al que hay siempre y en toda circunstancia que darle una dosis determinada de ternura que no tiene por qué razón terminar irremisiblemente en algún género de gratificación sexual. Sigue leyendo